News Release

Un novedoso enfoque de «minería digital de fósiles» descubre fósiles ocultos y revela los orígenes ancestrales de los calamares

Summary author: Walter Beckwith

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Mediante un innovador enfoque de «minería digital de fósiles», los investigadores han descubierto cientos de picos de calamares fósiles que hasta ahora estaban ocultos y que revelan que los calamares se originaron y se convirtieron en una especie ecológicamente dominante hace aproximadamente 100 millones de años, mucho antes de la extinción del Cretácico. Los calamares son el grupo de cefalópodos marinos más diverso y distribuido a nivel mundial en los océanos modernos, donde desempeñan un papel vital en los ecosistemas oceánicos como depredadores y presas. Se considera que su éxito evolutivo está relacionado con la pérdida de una concha externa rígida, que habría sido un rasgo clave de sus antepasados cefalópodos. Sin embargo, sus orígenes evolutivos siguen siendo desconocidos debido a la escasez de fósiles de organismos de cuerpo blando. El registro fósil de los calamares se remonta tan solo a hace unos 45 millones de años y la mayoría de los especímenes consisten únicamente en estatolitos fosilizados, pequeñas estructuras de carbonato cálcico que intervienen en el equilibrio. La ausencia de fósiles primitivos ha llevado a especular que los calamares se diversificaron tras la extinción masiva del Cretácico, hace 66 millones de años.  Aunque los análisis moleculares de especies vivas han permitido estimar los tiempos de divergencia de los calamares, la ausencia de fósiles más antiguos ha hecho que estas estimaciones sean muy inciertas.

 

Shin Ikegami y sus colegas abordan estas lagunas utilizando un enfoque novedoso, la «minería digital de fósiles», que utiliza tomografía de molienda de alta resolución y un avanzado procesamiento de imágenes para escanear digitalmente rocas enteras como imágenes transversales apiladas y revelar fósiles ocultos en forma de modelos 3D detallados. Ikegami y su equipo aplicaron esta técnica a rocas carbonatadas del Cretácico procedentes de Japón y descubrieron 263 picos de calamar fosilizados, con especímenes que abarcan 40 especies de 23 géneros y cinco familias. Los hallazgos muestran que los calamares se originaron hace aproximadamente 100 millones de años, cerca del límite entre el Cretácico temprano y tardío, y se diversificaron rápidamente a partir de entonces. Según los autores, estos fósiles hasta ahora desconocidos amplían considerablemente los orígenes conocidos de los dos principales grupos de calamares: Oegopsida en unos 15 millones de años y Myopsida en unos 55 millones de años. Los primeros oegopsidos presentaban rasgos anatómicos distintivos que desaparecieron en especies posteriores, lo que sugiere una rápida evolución morfológica, mientras que los miopsidos ya se parecían a las formas modernas. Es más, el estudio sugiere que los calamares del Cretácico tardío eran más abundantes y a menudo más grandes que los ammonites y los peces óseos coexistentes, un dominio ecológico que precede en más de 30 millones de años a la radiación de los peces óseos y los mamíferos marinos, lo que los convierte en uno de los primeros nadadores inteligentes y rápidos que dieron forma a los ecosistemas oceánicos modernos.

 

Para los periodistas interesados en cuestiones de integridad de la investigación, el coautor Yasuhiro Iba señala: «La accesibilidad y la reproducibilidad de los estudios basados en fósiles se han visto muy limitadas por la fijación en el estudio de especímenes físicos. Por el contrario, nosotros hemos llevado a cabo todos los procesos, desde la búsqueda de fósiles hasta el análisis, en el ciberespacio, y hemos publicado digitalmente todos los especímenes. Creo que este avance es fundamental para garantizar la integridad de la investigación y facilitará descubrimientos revolucionarios en todo el mundo».


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