News Release

Las patas de los chinches contienen hongos simbióticos que protegen los huevos de las avispas parásitas

Summary author: Walter Beckwith

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Lo que parecía un órgano auditivo en la pata de un pequeño chinche resultó ser algo mucho más extraño: un vivero de hongos que las madres utilizan para recubrir sus huevos recién puestos con hifas simbióticas protectoras, protegiendo así a sus crías de las avispas parásitas. Los órganos timpánicos han evolucionado repetidamente en muchas especies de insectos y a menudo se considera que se utilizan para detectar el sonido. Estudios anteriores han descrito una estructura notablemente agrandada en las patas traseras de las chinches hembras adultas de la familia Dinidoridae, que durante mucho tiempo se ha interpretado como un órgano timpánico. Los Dinidoridae son un pequeño grupo de chinches que contiene aproximadamente 100 especies, muchas de las cuales sufren el parasitismo de las avispas. Sin embargo, según los autores no se conoce ningún otro grupo de chinches que tenga estas estructuras específicas de las patas traseras de las hembras.  Para determinar la función de este presunto tímpano, Takanori Nishino y sus colegas investigaron el chinche japonés dinidorido Megymenum gracilicorne y descubrieron que su órgano posterior no se utiliza para oír, sino que representaba un tipo de órgano simbiótico hasta ahora desconocido. Nishino y su equipo informan de que la superficie del órgano no es una membrana, sino que está formada por una cutícula cubierta de varios miles de poros, cada uno de los cuales está conectado a células secretoras glandulares de las que crecen hifas fúngicas simbióticas específicas. Durante la puesta, las hembras transfieren activamente los hongos del órgano a los huevos, envolviendo cada uno de ellos en una red de hifas fúngicas en crecimiento. Los hongos implicados comprenden una diversidad de Cordycipitaceae, en su mayoría de baja patogenicidad, que a menudo son patógenos de insectos. Los experimentos demostraron que las hifas fúngicas que cubren los huevos bloquean físicamente el parasitismo de las avispas: las avispas hembra no podían poner huevos en los huevos completamente cubiertos de hongos, solo en los huevos limpios o con una capa escasa. La eliminación de los hongos o la amputación de las patas traseras de las hembras de chinches apestosas, que redujo en gran medida la cobertura fúngica, dio lugar a tasas significativamente más altas de parasitismo de los huevos. Cabe destacar que el hongo no infecta a las avispas, lo que indica que la protección es mecánica y no química o patógena. Nishino y sus colaboradores también examinaron otras especies de dinidoridos y descubrieron que todas poseían el órgano específico de las hembras en las patas traseras y mostraban el distintivo comportamiento de cubrir los huevos.


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