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Descubierto: Los crustáceos ayudan a fertilizar las algas

Peer-Reviewed Publication

American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Un pequeño isópodo marino desempeña un papel en la fertilización de las algas rojas, según un nuevo informe que presenta evidencia de "polinización" mediada por animales en el medio marino, una estrategia de fertilización que hasta hace poco se consideraba exclusiva de las plantas terrestres. Los hallazgos en esta alga marina, dada su condición de alga, tiene una relación muy distante con lo que se considera verdaderas plantas, amplían el alcance de las especies que recurren a animales como polinizadores. Según Emma Lavaut y sus colegas, también sugieren que las estrategias de fertilización mediada por animales pueden haber evolucionado muchos millones de años antes de lo que se pensaba, tal vez incluso antes que las propias plantas terrestres, o que las estrategias de fertilización mediada por animales evolucionaron de forma independiente y se repitieron en entornos terrestres y marinos. "El estudio de Lavaut et al. ha ampliado tanto la variedad como la historia de la transferencia de gametos masculinos mediada por animales, llevando el concepto de polinización en plantas al caso de las algas y potencialmente haciéndolo retroceder a una evolución más temprana de los invertebrados marinos", escriben Jeff Ollerton y Zong-Xin Ren en un artículo de Perspective relacionado. La polinización mediante insectos es la forma más común de fertilización en plantas con flores terrestres. Sin embargo, pruebas recientes han demostrado que los invertebrados marinos forrajeros pueden transportar y dispersar granos de polen de plantas marinas macho a hembra, anulando la creencia de larga data de que la polinización mediada por animales se encontraba ausente en los entornos marinos. Estos hallazgos han provocado la búsqueda de otros ejemplos de polinización submarina, especialmente en especies de algas rojas cuyos gametos masculinos carecen de la capacidad de llegar por sí mismos a unos remotos órganos reproductores femeninos. Por esta razón, se consideraba que estas algas se reproducían pasivamente a través de los flujos de agua. A través de una serie de experimentos, Lavaut et al. descubrieron que la presencia del isópodo Idotea balhica, una criatura que habitualmente se encuentra viviendo entre las algas rojas Gracilaria gracilis, aumenta drásticamente el éxito de fertilización de la planta. Los autores encontraron que, mientras los isópodos se alimentan a lo largo de las hebras de G. gracilis macho, recogen y transportan los espermacios de las algas marinas en sus cuerpos y los entregan a las plantas femeninas. Además, los autores proporcionan evidencia que sugiere que la relación entre G. gracilis e I. balhica podría ser mutualista. Para los isópodos, las algas proporcionan refugio y alimento en forma de diatomeas que se adhieren a su superficie y a cambio las algas obtienen mayores tasas de crecimiento y mejoran su éxito reproductivo.


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