Los comedores escolares gratuitos o subvencionados conllevan aumentos moderados en matemáticas y escolarización, según una nueva revisión Cochrane que examinó la repercusión global de los programas de alimentación escolar en los niños desfavorecidos tanto en países de ingresos altos como en países de ingresos bajos y medios.
El equipo de investigación, dirigido por científicos de la Universidad de Ottawa (Canadá), encontró que proporcionar comedor escolar gratuito o subvencionado mejora ligeramente el rendimiento matemático y la escolarización en países de ingresos bajos y medios (PIBM), y que es probable que contribuya a pequeños aumentos en los indicadores de crecimiento físico como las puntuaciones de estatura y de peso para la edad.
Los programas de alimentación escolar tienen como objetivo reducir el hambre y mejorar el aprendizaje, la concentración y la salud general de los niños. En todo el mundo, muchos niños no reciben suficientes alimentos nutritivos para estar sanos y listos para aprender en la escuela, y los niños desfavorecidos son particularmente vulnerables. Los PIBM representan casi el 90% de la desnutrición a nivel mundial. Sin embargo, en 2024, de media, solo el 27% del alumnado de primaria de los países de ingresos bajos y el 42% de los países de ingresos medianos-bajos recibieron comidas escolares. Por el contrario, el 58% del alumnado de los países de ingresos medianos-altos y el 79% de los de ingresos altos recibieron comidas escolares, según un informe del Programa Mundial de Alimentos.
Mejoras constantes en el crecimiento, la escolarización y el rendimiento matemático
La revisión analizó 40 estudios con 91 000 estudiantes de escuelas primarias y secundarias. La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en PIBM, incluidos algunos en regiones afectadas por conflictos, y ampliaron las pruebas anteriores que tenían un alcance geográfico limitado.
En términos generales, los autores observaron que los programas de alimentación escolar en los PIBM dieron lugar a un pequeño aumento de las puntuaciones de las pruebas de matemáticas y la escolarización. También tendieron a producir ligeros aumentos en una medida relativa de la estatura y el peso del niño para su edad. Sin embargo, los autores observaron que estos programas podrían tener poco o ningún efecto sobre las puntuaciones de las pruebas de lectura y la asistencia a la escuela.
"Los comedores escolares son una fuente fundamental de nutrición para los niños en contextos socioeconómicos desfavorecidos", afirma Jennifer Garner, dietista titulada y profesora de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan y coautora de la revisión. "Dada la variedad estudiada de contextos y diseños de programas, resulta estimulante observar las mejorías cuantificables en crecimiento, escolarización y rendimiento matemático".
A pesar de los alentadores resultados, los autores advierten de que la evidencia de los países de ingresos altos es limitada, por lo que los resultados no se deben generalizar más allá de los PIBM.
"Los programas de alimentación escolar desempeñan una función importante para mejorar los desenlaces educativos y de salud de los niños desfavorecidos" señala Elizabeth Kristjansson, autora principal y profesora emérita de la Universidad de Ottawa. "Lo que vemos son resultados modestos, pero reales. A mi modo de ver, tenemos el imperativo moral de alimentar a los niños hambrientos".
Un llamamiento a mayor solidez y equidad en la investigación
El equipo destaca la necesidad de estudios de investigación más sólidos y estandarizados para guiar el diseño de políticas en el futuro. Argumentan que los responsables de políticas sanitarias deben tratar la investigación como una parte integral de las decisiones acerca de la implementación y la ejecución de los programas de alimentación escolar.
También piden prestar más atención a la equidad. Anita Rizvi, otra autora de la revisión de la Universidad de Ottawa, añade: "La investigación a menudo se centra en los efectos medios y pasa por alto las diferencias entre los grupos. Evaluamos los desenlaces por situación socioeconómica desfavorecida y sexo, pero muy pocos estudios informaron estos datos para establecer conclusiones firmes. Los estudios futuros necesitan comparaciones más grandes y mejor diseñadas".
Journal
Cochrane Database of Systematic Reviews
Method of Research
Systematic review
Subject of Research
People
Article Title
School feeding programs for improving the physical and psychological health of school children experiencing socioeconomic disadvantage
Article Publication Date
10-Dec-2025
COI Statement
EK is a former editor with the Campbell Collaboration Nutrition group, a former member of the Advisory Board of Cochrane Nutrition, and a member of the Cochrane Equity Methods group. This school meals review was funded by Dubai Cares through the World Food Program ad by the London School of Hygiene and Tropical Medicine. However, the funders were 'hands-off ' on the review. EK was not involved in editing this review. MD has declared that he has no confl icts of interest. AR has declared that she has no confl icts of interest. MO has declared that she has no confl icts of interest. OM has declared that she has no confl icts of interest. DO has declared that she has no confl icts of interest. JC has declared that she has no confl icts of interest. JK was a co-author of the 2007 Cochrane review on this topic while she worked at the Canadian InternationalDevelopment Agency (now Global Aff airs Canada). JK works for UNICEF as a Statistics and Monitoring Specialist on Nutrition data. UNICEF has various publications that discuss school feeding; JK is acknowledged in the 2019 SOWCreport ( www.unicef.org/media/60806/fi le/SOWC-2019.pdf ) and other UNICEF and interagency reports that mentionschool feeding. TG has declared that she has no confl icts of interest. PL has declared that he has no confl icts of interest. JG has published a related perspective on the topic (DOI: 10.2105/AJPH.2023.307488). She declares that she has noconfl icts of interest. LJ has declared that she has no confl icts of interest. SR has declared that she has no confl icts of interest. OD has declared that he has no confl icts of interest. BS is an editor with the Cochrane Musculoskeletal group. She was not involved in the editorial process for this review. VW is the Editor-in-Chief for the Campbell Collaboration, which publishes systematic reviews in the social sector. Shehas declared that she has no confl icts of interest. GW has declared that he has no confl icts of interest.