17-Apr-2025
El rover Curiosity identifica carbonatos, proporcionando pruebas de un ciclo del carbono en el antiguo Marte
American Association for the Advancement of Science (AAAS)Peer-Reviewed Publication
El rover Curiosity de la NASA ha descubierto un archivo químico oculto de la antigua atmósfera de Marte, lo que sugiere que grandes cantidades de dióxido de carbono han quedado atrapadas en la corteza del planeta, según un nuevo estudio. Los hallazgos proporcionan pruebas in situ de que el ciclo del carbono funcionó una vez en el antiguo Marte y ofrecen nuevos conocimientos sobre el clima pasado del planeta. El paisaje marciano muestra claros signos de que el agua líquida fluyó una vez por su superficie, lo que habría requerido un clima mucho más cálido que el que tiene el planeta en la actualidad. Por lo tanto, se cree que la atmósfera de CO2 de Marte debió ser más densa en el pasado para poder mantener condiciones más cálidas. Se espera que un clima con abundante agua líquida y CO2 en la atmósfera haya reaccionado con las rocas marcianas, desencadenando procesos geoquímicos que producen minerales carbonatados. Sin embargo, aunque los análisis previos de rocas marcianas han detectado la presencia de carbonatos, las cantidades encontradas fueron inferiores a las esperadas según los modelos geoquímicos.
Utilizando datos del rover Curiosity, Benjamin Tutolo y sus colegas investigaron los minerales carbonatados en una parte del cráter Gale, que en otro tiempo albergó un antiguo lago. En 2022 y 2023, Curiosity perforó cuatro muestras de roca de diferentes unidades estratigráficas que representan transiciones desde el lecho del lago hasta entornos azotados por el viento y analizó su mineralogía utilizando el difractómetro de rayos X a bordo del rover. Tutolo y sus colaboradores identificaron siderita (carbonato de hierro) en altas concentraciones, que oscilaban entre aproximadamente el 5 % y más del 10 % en peso, dentro de capas ricas en sulfato de magnesio. El hallazgo fue inesperado, porque las mediciones orbitales no habían detectado carbonatos en estos estratos. Dada su procedencia y composición química, los autores deducen que la siderita se formó por reacciones agua-roca y evaporación, lo que indica que el CO₂ fue secuestrado químicamente de la atmósfera marciana en las rocas sedimentarias. Si la composición mineral de estas capas de sulfato es representativa de las regiones ricas en sulfato a escala global, esos depósitos contienen un gran reservorio de carbono previamente no reconocido. Los carbonatos han sido parcialmente destruidos por procesos posteriores, lo que indica que parte del dióxido de carbono fue devuelto a la atmósfera, formando un ciclo de carbono. «A medida que se descubren detalles de la geoquímica de Marte a través de investigaciones orbitales y mediante rover alrededor del planeta, se revelan pistas adicionales sobre la diversidad de entornos potencialmente habitables», escriben Janice Bishop y Melissa Lane en un artículo de Perspective relacionado.
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