Un artículo de revisión de amplio alcance publicado en Genomic Psychiatry examina si las estrategias actuales para estudiar el envejecimiento realmente capturan lo que los científicos afirman medir. El Dr. Dan Ehninger y la Dra. Maryam Keshavarz, del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) en Bonn, Alemania, analizan datos de mortalidad entre especies que abarcan humanos, primates no humanos, roedores, perros, peces, moscas de la fruta y gusanos nematodos para demostrar que la extensión de la vida útil frecuentemente refleja el retraso en la aparición de enfermedades específicas en lugar de una genuina desaceleración del envejecimiento biológico. Su evaluación sistemática de estudios que respaldan el influyente marco de los distintivos del envejecimiento revela que entre el 56 y el 99 por ciento de los fenotipos citados como evidencia fueron examinados únicamente en animales envejecidos, careciendo de los diseños experimentales necesarios para distinguir los verdaderos efectos del envejecimiento de los cambios basales independientes de la edad. Los autores proponen enfoques metodológicos refinados que podrían transformar la manera en que los investigadores identifican y validan intervenciones dirigidas al proceso de envejecimiento en sí mismo.