El consumo leve y moderado de vino se asocia con un menor riesgo de complicaciones cardiovasculares, según revela un estudio multicéntrico que han liderado investigadores de la Universidad de Barcelona, el Hospital Clínico y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y la Universidad de Navarra (UNAV). El trabajo, publicado en la revista European Heart Journal, se basa en el análisis de un biomarcador del consumo de vino —en concreto, el ácido tartárico, presente en la uva— en 1.232 participantes en el proyecto PREDIMED, un estudio epidemiológico de gran alcance científico en nutrición sobre los efectos de la dieta mediterránea en la salud cardiovascular.